martes, 8 de diciembre de 2009

Para Volver a Ti.


Yo a ti te quiero como nadie te ha querido. Lo digo con la seguridad en concreto. Con la imaginación del que viaja para volver a ti.
Para volver a ti:
En paralelo. En perpendicular. Para volver a ti en la linea que sea. Sigue algo distinto, algo que nosotros no conocemos, algo que no existe en ningún universo. Con todos tu brazos. Con todos mis besos que llenan tu cuello. Falta para lágrimas a medias, falta para el peso de colores en las vertebras. Mi vida abre un paréntesis sin tu vida.

Para volver a ti:
Comer en la misma mesa los tres, los cuatro, los cinco. Los que tú y yo multipliquemos. No por cien. No por mil. Por nombres propios como que el conocemos.
En un sin sentido. En un sentido. En todo tu cuerpo que se perdió en mis imaginaciones.

Para volver a ti:
Como los dedos al piano.Como el invierno a París. Como la muerte a los hombres. Seguro.

Yo a ti te quiero como nadie te ha querido.

lunes, 7 de diciembre de 2009

Cara de algo.


Todos tenemos cara de algo. De usar o no un sombrero de Panamá. Todos hemos compartido algún sillón en alguna casa en algún lado con nuestra cara de algo. Cara de perro. Cara de baboso. Cara de payaso. La mia es cara de ya te extraño.
A todos nos han visto en calzones. Todos hemos bailado en calzones.

No encuentro nada en mi mochila. Me dan ganas de aventar mi pasaporte, Me dan ganas de convertirme en el segundo renglón de mi Moleskine.
Mi cara de algo. No es de perro. Ni de Caballo. Es cara de ya te extraño. Mi mochila esta hecha un asco.

Mi cara es de dolor. De dolor del medio. Mi cara es otra como de payaso como de perro callejero, cuando pienso en que te quiero para siempre, Quedamos que en Francìa eso no es mucho tiempo.
Mi cara es otra cuando ya te extraño. Mi cara no cambia cuando regresa el dolor. Dolor del medio.Yo tengo cara de algo y es de las que no usan sombrero.

Todos tenemos cara de algo, La mía, la de cara de baboso, es la que pongo cuando tù también me estas viendo.

domingo, 6 de diciembre de 2009

Mi noche favorita.


Son esas noches donde no entiendo nada. Me dan ganas de morirme de frío, de no dejar de besarte. De no dejar de verte. De sentirte. Son esas noches donde me podría morir de frío, mas que de frío me podría morir de ti. De las ganas que te tengo. De la constante que se forma de no dejar de verte. De vivirte todas las horas en este ciudad que es nuestra, aunque a ti no te guste, y yo no pueda dejar de caminarla, de recorrerla.

Tú eres mi París favorito. Tú eres mi Dios favorito. Tú eres mi beso favorito. Mi noche favorita.

Son esas noches donde tu ceja izquierda esta colgada del aire. En donde se me aparecen pájaros negros en las esquinas de la coincidencias.

Noches de intermedio. De razón. De principios. Noches donde camino con el camino y choco con todas nuestras ilusiones.
Son esas noches donde tú eres mi París favorito. Tú eres mi Dios favorito. Tú eres mi beso favorito. Mi noche favorita.

Sigo queriendo morir de ti o morirme de frío.

sábado, 5 de diciembre de 2009

Con todas mis fuerzas.


Voy a decir que te quiero con todas mis fuerzas, hasta que tú me quieras con todas la tuyas. Hasta que se te grabe. Voy a quererte con todas mis fuerzas, hasta que alguien pueda escribirlo con otras manos, igual de largas que las tuyas.
Voy a quererte hasta que me marque en tu cama. En la que hoy no duermo. Hasta que me marque en ti y la gente te confunda conmigo.
Voy a decirlo hasta que te hartes. Hasta que se te grabe, y lo repitas y lo repitas, porque así es.

Cincuenta noches no son muchas ni pocas. Son las necesarias para que quererte con todas mis fuerzas se convierta en constante. Hasta el 2012 o el 2350. Hasta que nos acabemos el tiempo. Hasta que caiga un meteoro, o se muera Dios.

Voy a decirle al del asiento de lado, que te quiero con todas mis fuerzas. No se me ocurre una mejor platica que tu piel. Mejor me callo y te quiero con todas mis fuerzas para que cuando no pienses en mi lo sepas. Para que cuando crezcas en los vacíos del amor, mientras te quiero con todas mis fuerzas, no dejes de ser.

viernes, 4 de diciembre de 2009

Hoy hay Ballet


Yo no puedo hacer nada con tu pasado. Pero puedo tomarme todas las cervezas del refri. Puntualmente no estas. No estas en Vienna. No estas en París. Estas en ninguna parte, sacando todos mis extremos. La parte que de verdad soy. La parte que te piensa. La parte con la que me piensas. Que no es memoria. No es eso lo que eres.

Puedo tomarme todas las cervezas del refri. Buscarte en ellas como los premios que vienen en las de Coca Cola. Mis noches son tus tardes. Mis ojos tallados, son tus ojos medio abiertos, con todo y tus precauciones.

Me resultas, generalmente, me resultas. Nada de esto es planeado, no tiene ni salidas ni entradas. Somos un idioma. Un mundo sin fantasmas de segundos.

Qué haces con la tristeza que queda?

Deshacerla como la mugre de las uñas. No volver a pensarla como las luces de las calles que reflejan en las paredes de lo que ya fue.

No estas en Vienna. No estas en París. No estas en las fotos de la Opera, que la noche de hoy presenta una compañia de ballet.

jueves, 3 de diciembre de 2009

Me gustas.


Estoy seguro que me gustarías más si estuvieras conmigo. No en la mañana cuando te veo poco. Tampoco en mi tarde que es tu noche. Ahora. Cuando no me queda mas que darle vueltas a la sala y tallarme el ojo porque no ve a nadie. No te ve a ti.

Ahora, mientras hojeo un diccionario árabe. Mientras te busco en otras dimensiones. a
Ahora que me doy cuenta que tu nombre es estático a lo lírico. Ahora que puntualmente no estas.

Me gustarías mas ahora. ahora que no puedo besar tus ojos y tengo que tallarme el mio.

Ahora. Que no puedo preguntar si te gusta dormir conmigo. Te gusta?

Me gustas tanto. Me gustas y me distraes un momento. Me gustas. Me gustas con las piernas cruzadas en nosotros mismos. Me gustarías más si ahorita, ahoritita, estuvieras conmigo.

Ahora que no tengo con quien compartir el queso. Ahora que no eres suficiente.
No eres suficiente porque me doy el lujo de tallarme el ojo. Se me olvida que me gustarías mas si estuvieras ahora conmigo.

Me gustas siempre. Desde niños. Me gustarías mas si ahorita ahoritita estuvieras conmigo.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Te quiero con todas mis fuerzas.


Lo difícil esta en dejarte dormir. En no dejar de repetir que te quiero con todas mis fuerzas. Entro a ver los Cristos crucificados. Cuando salgo es para quererte de nuevo con todas mis fuerzas.

Lo difícil no esta en querer enamorar a alguien mas por vanidad, por deporte, para quererte otra vez con todas mis fuerzas. Veo tus hombros cuando estas volteada. Lo difícil esta en que ya no me des la espalda. Dame tus cejas y tu pierna derecha. Mejor, dame tus cejas, tus piernas. Todas tus venas. Te lo cambio por quererte con todas mis fuerzas. Con todas las urgencias que me quedan, que no son muchas ni pocas. Me quedan las necesarias.

Lo difícil no esta en dejarme de pasar las manos por la cabeza, creyéndote en lo natural de tu cuerpo. Viéndote entera. Lo difícil es creer que Dios te trajo así al mundo.
En saber que no estamos separados ni por el pensamiento.


Vieras lo vació que esta el sillón naranja sin ti.

martes, 1 de diciembre de 2009

La noche aqui es mas temprana.


He querido pensarte mientras camino. He querido pensar en un futuro cercano. Qué más te digo? Que estas preciosa, que ojala pueda seguir durmiendo contigo lo que va de vida. Ni tu ni yo hemos dormido.
Te quiero con todas mis fuerzas. Te quiero cuando sumo mis horas solo.
De todas estas horas se hace mi día. El tuyo?

Te lo digo cuando cierras los ojos: te quiero con todas mis fuerzas. No es bueno repetir las cosas pero te quiero con todas mis fuerzas.
A veces te desesperas, te entra el ansia como el sonido de la calle por la ventanas cerradas, sin querer, por naturaleza. porque así es.
Te busco para ver si estas donde te deje la vez que nos vimos. Que no fue hace tanto. A lo mejor exagero.
Pienso hasta cuándo podre verte? Hay que aprovechar los días. No en los que sumo horas solo. De los otros. De los que hace el frió o los ruidos que se meten por naturaleza en las ventanas cerradas. De los de las tardes por Kleber y pensarte mientras camino.

Luego ya de noche, que aquí es mas temprana, me meto a la cama. Tú sin darme cuenta me abrazas.

lunes, 30 de noviembre de 2009

A ti en ti.


Tengo que encontrarte, a ti en ti. No en mis dedos que es nuestro contacto. Ni en el sonido de tu risa que mide el tiempo. Como lo mide el viento. Como lo miden las hojas de todos los colores. Tengo que encontrarte de cerca, para que no se me caiga el corazón y mis tentaciones sean tus sueños de noche. Tengo que calentar mi esperanza para encontrarte. A ti en ti. No en un vaso de agua que me tomo sin sed. Ni en los baños de tina, que son tan tuyos. Tengo que encontrarte. A ti en ti.

Espero encontrarte. Como espero las siete de la tarde, que es cuando con ventanas abiertas se cambia la vecina.
A ti en ti.
No el cuerpo de una extraña. A ti, en tu Cuerpo. Con tu Cuerpo. Para tu Cuerpo. Aunque se vuelva un exceso de tu piel, y me vuelva tu piel.

Espero encontrarte. A ti en ti, juntos en la cama. En el día. Juntos para ver a la vecina. Para compartir el mundo y todo lo que con el se va cayendo. Como las hojas de todos los colores.

domingo, 29 de noviembre de 2009

Dos que se buscan.


Puede pasar que a estas alturas seamos tan extraños como dos que se enamoran en la calle.
Dos que suponen sus besos, que suponen su aliento.
Dos que inventan donde y como tocarse. Dos que se buscan en la oscuridad de lo diario.
Dos que se olvidan cuando la banqueta los rebasa.
Dos que se olvidan cuando dan vuelta dos cuadras antes para el otro lado.
Puede pasar que yo a estas alturas te quiera con todas mis fuerzas. como te quise desde el principio cuando te vi bajar la escalera.

Puede pasar que la vida o el mundo de lejos te vean feo pero es solo una mirada flaca del tiempo.
Puede pasar que sepas donde poner mis manos en lo largo de tu espalda.
Que tus besos sean vales de amor irreverente.

Puede pasar que brinques de un ojo a otro.
Que yo te espere para siempre. Al fin que en Francia eso no es mucho tiempo.

sábado, 28 de noviembre de 2009

Tercer día


Mis ojeras combinan con el color de la luz apagada. Llegaron un mes tarde para halloween. Mi disfraz de zombie no encaja con los renos ni los santo clauses de los aparadores. En el Starbucks dan por hecho que cualquier cosa que pida va sin cafeína. No me ofrecen los bastones de menta que son rojos con blanco.
Podría pasar por un fan de twilight. Podría pasar por cualquier extra de twilight. Ayer tres señoras que paseaban un trapeador con patas de perro, mejor, se cambiaron de banqueta.

En la casa volteo y volteo a la ventana para ver en que minuto te apareces. Después de los malos tratos de las señoras, siguen las alucinaciones. Me muero de miedo. No tanto de sueño. Debe de a ver un punto donde se me apague sin mas, ni mas, la tele. Ya cabecee dos veces. Empiezo a soñar horrible. Prefiero ir a lavarme la cara.

Me muero de miedo que te aparezcas. Ya se. Ya se. Yo empecé por estar invitándote al Pub de saint Germain, es el único lugar abierto a las cuatro de la mañana. Tengo que advertirte que ahí no hay helado de vainilla con almendras. Que el ben and jerrys de enfrente lo abren hasta que se hace de día. Mientras puedes echarte unos vodkas. Ahí vemos que va pasando, pero no se vale malacopear, ni decir frases como me lavo las manos.

Uta! De verdad Aeroméxico es puntual! Ó ya valí madres.

viernes, 27 de noviembre de 2009

Soy una difícil compañia.


Después de una semana de mi, conmigo, me di cuenta de algo. Soy una difícil compañía. Soy una persona mañanera. Que el kit kat me gusta porque sabe idéntico en cualquier parte del mundo. Que la leche rica en Francia es la de tapa roja. Que no hay que ver como "peanuts" las advertencias de la mesera de que las jarras del Frog son grandes. Son enormes. Que extraño las zucaritas mas que los tacos de carnitas.
Que a veces soy insoportable. Normalmente soy insoportable.
Que contesto de muy mal modo, este o no, mi abuela. Que no se por donde empezar a volver hacer algo.
Que el Louvre tiene un muy buen antro. Que el jamón serrano bueno, no es ni el caro, ni el barato. Que llevar dos días sin dormir y sin fiesta. No ha de ser tan sano.
Que a las dos de la mañana tienes la ciudad para ti solo. Que la tumba de Napoleón es grande por todos sus logros. No se que tamañp me toca. No se si merezca una tumba.
Que la pecosa se cayo de un Scooter. Por eso tiene manchitas en las piernas. Que me río de mis chistes mas que cualquiera. Que me gusta París y esta borracho; aunque es mi lugar preferido cuando estoy contigo. Se me antoja un helado de vainilla y almendras cuando estoy contigo.

Que de verdad me importas. Que es sólo una pantalla que me valga la vida entera con todo los compromisos.

jueves, 26 de noviembre de 2009

Magia de adeveras



Para la próxima me traigo mis polvos de Juan Conquistador. El del amarre guajiro o ya de perdida el miel de amor. El de tripas del diablo. El de pájaro macua sin nido (NO SE CONFUNDA CON EL PÁJARO MACUA CON NIDO) y el de amarre haitiano no son tanto para viajes largos, ni parisinos. Esos son para la vida playera, porque el Sol es vital en el conjuro.

Aquí un poco de fundanga con raíz de mandrágora podrían ser necesarios para combatir el ojo de buey mezclado con pimienta de Kananga, que te echan los gitanos cuando no les da cambio. Ahora que si el problema no es gitano y es argelino se necesitan plumas de loro rojas amarradas a una vara de sal pa fuera diluida en agua florida Murray.

Eso es lo único que me falta. Volverme Hermelindo Lindo. Echarle la culpa a un chorro de polvos y maldiciones con nombre de juegos en Reino Aventura. Estoy mas confundido que nunca. No es por no haberme dado baños de agua bendita del Padre Chinchachoma. Ni nunca haberme untado el vinagre de las 33 esencias bailándole al hijo de la luna.

La solución no es que me soben con huevos de gallina negra, consagrada por Babaluate, que no vaya a ser la de malas lo pongo en mayúscula.

No creo en la magia, ni en la Santa Muerte, ni en las varas de ocote, en forma de cruz o estrella demoníaca.
El único hechizo que ha funcionado, fue cuando hace muchos años pusiste un grano de café verde en mi mano.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

No importa tanto lo que diga.



Hoy París puede esperar. Otra vez. Me gustaría decir que ando bajoneado porque se murio Kutler, o, porque no me acostumbro a que se haga de noche a las cinco. Pero sólo me gustaría, No importa tanto lo que diga.

Tu amor me entra facil.
Como los colores a los arboles
Sin anecdotas,
sin metodos recurrentes.

Tu amor es un valor establecido
viviendo a mi lado.
Tu amor es la muerte en bicicleta
se presiente como un temblor de tierra.

Tu amor:
sombra de recuerdos.

Consciente probablemente
perfecto, tu amor,
me entra facil
y a veces callado.

martes, 24 de noviembre de 2009

Le Passy


En el Café Passy es donde mas te pienso. Dije te pienso.
El mesero ya sabe. Un vaso enorme de cerveza con un nombre impronunciable. Acompañado de un bowl de palomitas milimétrico. Le ponen siete. El cachetes por Messenger me dice que tome vino. Que coma crepas. Que pida queso. Las chelas en vaso de licuado mañanero, la botanita y tú son un buen trío. Dije son un buen trío. Pero diga lo que diga, tampoco importa tanto.

Siempre me siento afuera. Ayer en una de las tantas veces que en las chelas te pienso. Dije en una de las tantas veces que en las chelas te pienso.
Una francesa mas flaca que Oliva, la novia de Popeye, en un español que no era fluido. Su español no era español. Me abordó para explicarme que no la dejaron entrar al antro por que el cadenero le tenia envidia étnica y se fue muerta de risa.
Mi vecino de mesa, que es idéntico a Simply Red, tiene un labrador negro que se llama Patuz. Huele a madres.

En el Café Passy es donde mas te pienso. La chela no es tan buena y para colmo te dan bien poquitas palomitas. Los perros huelen feo. Conoces a gente rarísima. Voy a cambiar de lugar preferido. Dije voy a cambiar de lugar preferido. Pero diga lo que diga, tampoco importa tanto.

El cachetes por Messenger insiste con mas consejos culinarios. Se ha de estar muriendo de hambre.

lunes, 23 de noviembre de 2009

Las espantosas equis XoXo


Tus besos de lejos son los peores, los que marcas xx. Una equis mas los haría muchos mas cachondos. Encuerados. Tus besos soft porn hacen que se me quite el sueno. Cuál sueño? Me dormí toda la tarde. Voy a tener otra vez el horario de taxista novato.

No estoy nada de buenas. Hoy hay mas aire que en Pachuca, y lluvia moja pendejos.
En la calle la gente se sorprende porque se les vuelan, o se les doblan, o cómo se diga los paraguas.

Luego camino y me acuerdo de tus besos marcados xx. En la cabeza me suena la misma chicharra que cuando le salían al papá Jiménez en Chabelo.
Las mías no son en el canal dos. Las mías vienen el chat o en el inbox del facebook. Son como el cinema Golden Choice en sábado por la madrugada. Me pongo más de malas. Ya no quiero escribirte. Ni pensarte. Ya no quiero nada.

Pongo cara de enojado, forzando los labios para un lado. Sólo me fijo en como voy moviendo la boca. Choco con un señor chaparrito de gabardina azul, por tratar de esquivar un árbol.

Tus besos de lejos son los peores, porque ni son del red shoes diaries, son dos pinches letras. Ni siquiera me los has dado. No se si sean de piquito. De media banqueta.

Cuando llego al Tribeca, la pecosa me esta esperando, deshaciéndose de todo su cambio.

domingo, 22 de noviembre de 2009

Como quieras quiero.


El mundo esta callado. Quiero mi mano en lo largo de tu espalda. La boca me sabe a banqueta. Quiero tus besos. El mundo esta callado. Yo apenas veo. Quiero el principio de tus besos. Me gustas tanto. Quiero tus manos. Dónde estas? Quiero todos, toditos, todititos tus besos. Trato de pensarte dos mil veces. Quiero la punta de tus besos. Paris is burning. Quiero tu boca con sus complementos. Por qué me gustas tanto? Quiero tu cuerpo. Tengo un hambre de perros. Quiero la parte extraña de tus ojos. Es la una 56. Quiero tus ojos completos. Tengo sed y sueño. Quiero que subas la mirada. El youtube no se carga. Quiero que te vistas de negro. No hay coca cola en el refrigerador. Quiero la noche de regreso. Busco mi sudadera. Como quieras quiero. Busco un norte. Quiero contigo. Tú dices y dices. Quiero tus palabras. Todas las letras de tu nombre. Quiero que digas, se hace de noche. I am too drunk to dance. Quiero unas croquetas del Covadonga. Tengo que pararme por agua. Quiero verte. Son las 2 treinta y tres, Quiero que nunca pasen nuestras seis veces. Quién sabe donde deje mi conciencia. Quiero olerte.
Ya no quiero escribirte. lo prometo.

sábado, 21 de noviembre de 2009

4.- Debería de comer algo.



El frío es el necesario para darte cuenta que va a oscurecer en menos de una hora. Los jardines de la Torre Eiffel, me sirven para hacer una lista de lo que debería o no debería. Estoy apunto de empezar, cuando pasan un chingo de chinos, con cámaras para retratarse muy bien formaditos en la Torre. Entonces para hacer una lista seria, me cambio de banca. Empiezo mi lista:
1.- No debería de pensar tanto en ti
2.- No debo tomar tanto vino tinto. Ni comer harinas después de las seis.
3.- Debería cortarme el pelo
4.- Debería de comer algo.

Todavía no pongo el cinco. Llegan dos, que están a punto de casarse, para hacerse una serie de fotos en los jardines y con el fondo, la torre. Él trae un traje blanco con chaleco. Una corbata roja. Ella un vestido con flequitos. Un peluche de un animal sintético, que no conozco. Me imagino que sienten la misma emoción que las quinceañeras que se toman mil fotos en el Ángel de la Independencia, el mero día de su fiesta.

Prefiero seguir mi paso, los caminos están llenos de hojas secas. Los pastos de en medio son verde high definition.

Mi español es bastante fluido, tanto que sirve para mandar decentemente a la chingada, a todos los que me ofrecen tejerme una pulserita o venderme un llaverito.

Paso por unas canchas de futbol. En un monumento hay tres morenos, en un mal chiste de manifestación.
Ok.
No tres pero si cinco, de la Republica Demócrata del Congo, haciendo un meeting por quién sabe que cosa.

Termino los jardines. Llego a un mercado de antiguedades, donde me encuentro todas la ideas del francés típico. Boinas, camisetas de rayitas, viejos con barba larga amarilla.

Venden libros de antiguos a un euro. Tasitas de porcelana con flores pintadas. Candelabros. Pinturas de Marilyn Monroe. En uno encuentras cascos de cosmonautas. Todos los puestos tienen carpas blancas. Hay luces navideñas que no tienen nada que hacer con las de la Alameda..Estoy pasando junto a un señor que trae zapato de charol bicolor. Traje de raya de gis ancha, moñito que le combina con el sombrero, cuando pasan un chingo de chinos. No los mismos. Otros, que desesperan con un buen de preguntas, a un vendedor de muebles náuticos.


De regreso, me encuentro en un aparador la moleskine verde. Va a ser tuya. De nadie mas. Mi siguiente movimiento es un puchero porque ya no cumplí mi lista que por culpa de unos novios, sólo llegó hasta cinco.
Te sigo y te sigo pensando. De la nada pero ahora en bicicleta, un chingo de chinos. No los mismos. Otros.

viernes, 20 de noviembre de 2009

Gelatinas La abejita.


A mi me gusta comerme la gelatina de rompope, en el tupper con una cuchara grande. Si se puede de las grandes, grandes, las que se usan para menearle a la olla de la sopa. Grande para que agarre caldito. Se me antojo desde que se tapo el grifo. Desde la última vez que nos vimos, que no fue hace tanto. A lo mejor exagero.
Desde que dijiste que tu también tenias antojo. No gelatina de rompope, tu antojo es otro. De un café con chocolate blanco. De unos m&m's con cacahuate, de los que vende la maquina despachadora del metro. De unas palomitas con miguelitos, valentina o algo que pique rico.

A mi me gustas tú, y la gelatina de rompope en cuchara grande. Si se puede sin nuez. Sin canela.
Tengo que aprender a extrañar la rutina. te extraño a ti. Desde la mañana. Son varias horas de rutina. Extrañarte no expira.

Tú pero no tú. París pero no París. Ya si voy a jugar con las palabras, mi antojo no es de gelatina de rompope en cuchara grande; o en uno de esos papelitos como de cartón delgadito, con la que te la da elseñor gelatinero de la calle. Es un antojo de ti.
Hagamos de este antojo algo en común. Yo te enseño a comer gelatinas. No importa si es de piñón, de las de verdes, moradas o rojas con las pasas arriba.

jueves, 19 de noviembre de 2009

Come on you Girl in green.



Tú me das vacaciones de ti, cuando yo ni recreo he pedido. No me gusta escribir de religión, deportes o política. Entonces resumo en tres líneas:

1.-A Irlanda le ganaron con una trampota, el Mundial de Sudáfrica tiene un equipo de hanbol clasificado.

2.- El Sindicato de Electricistas de Paris, da becas para poner exposiciones padrísimas. Mientras. El extinto, Luz y Fuerza del Centro, no se las daba ni a los marchistas. Ni a los huelguistas sindicalizados.

3.- En Santa Clotilde, reintente mis tratados de paz con Dios. Rompí el trato.
Yo no meto con ÉL. ÉL no se mete conmigo. Ahí ando metichando en tanta iglesia.

Después de desahogarme con mis tres nuevos pesares, regreso a que me das vacaciones de ti. Me aguanto como los machos!

Para qué ando diciendo que no hablo de religión, deportes o política?
Lo hice. Llevo todo el día cantando, Come on you boys in green. Al que se me cruza con la camiseta francesa le hago cara de indignado.

Para que digo qué como los machos? Ni soy tanto.

Para qué? Para qué me das vacaciones?

miércoles, 18 de noviembre de 2009

STARBUCKS MAÑANERO


Los cuadros de francés en los que no entiendo nada, siguen siendo los mismos. Aunque mi español es bastante fluido.
No hay parisino que después de un millón de muecas no me entienda. Tu no me entiendes, pero tu no eres francesa. Tampoco es que contigo hable uta, que bruto, que fluido!

Eso se arregla con una botella de oporto. Bueno, no se arregla, se me olvida un poco.
Bueno. Bueno, no se me olvida, lo disfruto.
OK.
Ni se me olvida. Ni lo disfruto. Ah! como me gusta el oporto.


En Internet, veo dibujitos de Kaliman con su amigo el morenito.
Mientras en un Starbucks, te busco entre todos los que pasan.
Se que no vas a llegar ahora, en este segundo.
OK.
No se si vas a llegar. Me gustaría.

En este Starbucks, que es como todos los del mundo, hay mesitas con tablero de ajedrez pintado. En las que nunca, nunca he visto peones parados.
La pared del fondo es color vino y las de lado mostaza.
OK.
Odio ponerle nombres elegantiosos a los colores, así como, mostaza, champaña o vino. Ni que trabajara en la comex.
Entonces. Como todos los del mundo. Con fondos rojos y laterales amarillos.

El chiste, es que en este Starbucks, todos hablan ingles.
Me cuesta mas trabajo concentrarme en un digilibro.
OK.
No se como se diga, cuando, lees un libro en la compu.

Estoy rayado. Entiendo lo que dicen todos!
Mis orejas están como en un festival de primavera con disfraces y triciclos.
Pasa un tipo enrome con rastas, igual de morenito, que el amigo de Kaliman.
En frente una guera, guera, de verdad guera. Se va quitando guantes, orejeras, bufandas , sudaderas. Ahora si, ya agarro el frío.

Las de a lado, que también traen un closet encima, hablan de ser fancy and polite mientras agarran a mordidas enormes, una rebanada del pastel navideño que aquí es de galleta oreo. No puedes serfancy and polite con esas masticadas chocolateras. Menos con los labios pintados de azul marino, que si no fuera por el brillito, yo apostaría la mano con la que escribo, que es hipotermia.

Es como todos los Starbucks. Ponen música de Putumayo. Ya se fue el morenito de rastas.
No se si vas a llegar. Me gustaría.

martes, 17 de noviembre de 2009

Necio como Dios.


Quiero escribirte en toda la piel. Quiero que sea tu amor y mi amor. Un amor indiscutible, como lo largo de tu espalda. Necio como Dios. Un amor que no tenga espera de semanas. Un amor que combine con tus ojos, con este Paris.

Desde que tengo twitter. Desde la comida marroquí no he parado de querer un amor indiscutible, como lo largo de tu espalda. Yo mañana no puedo porque tengo boletos para el partido que ya viene perdiendo Irlanda.

Estoy hecho un mar de cursilerías. Quiero un amor tuyo y mío. Necio como Dios. Indiscutible, como lo largo de tu espalda. Quiero escribir todo esto en lo largo de tu espalda.

Hoy estuve mas de seis horas con la pecosa. No sirvió de nada.
Las manos me huelen a cebolla y mariscos, porque le ayude hacer la cena a Santiago. Tacos de camarón. Unas verduras con nombre de película de Disney donde todos son ratas.

Hoy soy una quinceañera malvestida. Hasta le escribí a mi papá!
Tanto que estoy seguro que preguntas Por qué? Por qué? Por qué?
No es necedad, aquí el necio es Dios.
Ni seis veces no, que son las veces a las que yo entiendo, Tú dime cuantas llevamos?

Extraño tus ojos, aunque con ellos me levanto. Con ellos. Con mi mano en lo largo de tu espalda.

lunes, 16 de noviembre de 2009

Carta.


Hoy París puede esperar. Las 2332 visitas están pausadas.

La mano me pesa nada mas de pensarte. De no ser lo que has querido. Ya no son los puentes, ni los chicles Bubli Bubli, ni los hip hoperos bajitos, Hoy no es la pecosa, ni la que quiere hacer un club en su contra.
La mano me pesa por tus siete veces siete. Por el tiempo que llevamos sin vernos; que hace que se nos olvide lo bueno. La tumba de Napoleón se ve ligera. Creo que la distancia es lo que mas nos conviene, me podría morir mañana, para que volver a la costumbre.
A veces ni siquiera me acuerdo de ti. Como, cuando le va ganando Djokovic a Nadal en la semifinal del sábado, o cuando ceno canelones de trufa y pato. Puede ser que sea el hijo que nunca quisiste, pero tu eres el mejor papá del mundo.

domingo, 15 de noviembre de 2009

Tres y faltan treintaicuatro.


Camino a orillas del río, con los pasos del domingo. Lentos, metiches.
En la bolsa del saco, me encuentro una cajetilla de cigarros. Prendo uno para quitarme el frío, pero me mareo, y mis pasos se vuelven mas lentos. Menos metiches.

En la cola del carrousel hay dos darketas a las que les urge su turno. Yo, mientras espero el monito verde del semáforo. Trato de tomar tu mano, y es hasta que volteo que me doy cuenta que tu no vienes. Que sigo mareado.
Llego a tu primer recuerdo pero ya esta borrado. El río es largo. En el segundo puente, sin pensarlo, trato de tomar tu mano. Es hasta que volteo y recuerdo que ya me paso en el puente pasado.
Las personas comen tortas con vino, toman fotos de lo botes, de las N napoleónicas en las columnas. Hay dos o tres, que pasan corriendo a lo que no se les nota el frío. Yo voy con los pasos del domingo. Helados, sin destino.

Prendo otro cigarro, ya no por el clima. Esas mareadas me fascinan. En el tercer puente me vuelve a tocar el alto. Para no perder costumbre vuelvo a caer en tratar de tomar tu mano. Tres y faltan treintaicuatro.

Prefiero no seguir por el río. Llego de casualidad al Panteón, tumba de todos los franceses importantes, no importa que sean grandes o chiquitos. Ya entrados en gastos quiero sobar la tumba de Dumas, de Víctor Hugo, para que se me pegue algo aunque este podrido.

Salgo de ahí encomendado a santa Genoveva, que si pudo con Atila, el huno, puede con el que sea. Regreso al río. En el primer puente que paso de vuelta, trato de tomar tu mano, desesperado me subo al metro para no buscarte donde nunca has estado.

Genoveva salio buena para las guerras no para los solitarios.

viernes, 13 de noviembre de 2009

Pitbull en Concert


Me has dicho muchos no últimamente, corrijo, sólo me has dicho no últimamente. Ayer fui a ver a Pitbull con la pecosa, el I know you want me es mas chaparro de lo que se ve en la tele. La pecosa es mas alta de lo que parece, nunca la había visto en tacones. Baila súper raro, corrijo, baila horrible, al principio le eche la culpa a que nunca la ha visto tan alta, Nada!
Al lado de ella con unos tacones igual de altos y con un mojito en la mano, una niña con un vestido negro con pendejuelas, que hacían la cara de una modelo, y jeans bailaba bachata mejor que Juan Luis Guerra.
Fiesta, se entiende igual en todos los idiomas. A la niña de negro, corrijo, a la niña impresionante de negro con pendejuelas, que hacían la cara de una modelo, un senegales le decía que sólo un morenote como él, podía con ese cuerpo de miedo.

Del otro lado de la pista, la pecosa tomaba vodka con popote. Sus pasos de baile eran como cuando le quemaron las patas a Cuauhtemoc.
Junto una mexicana, corrijo, una mexicana con un chingo de huevos, entre gritos, risas y un chupe naranja, les señalaba a sus amigas a un hombrecito de chaleco blanco y pelitos parados, que en cosas de minutos, corrijo, en cosas de segundos ya se estaba recetando a besos.

El Barrio Latino, es un antro cuadrado, tiene un elevador y cuatro pisos. El Barrio Latino es un antro cuadrado tanto que a las tres de la mañana la pecosa y yo ya hacíamos planes para el martes.

Llegue a mi cama sin sueño. Cerré los ojos, corrijo, apreté los ojos como niño chiquito y pensé en tu ángulo perfecto.

jueves, 12 de noviembre de 2009

Ángulo perfecto.

Mis manos encontraron la distancia entre tus piernas, mis dedos conocieron tus besos, y tus besos me llevaron a la simetría de tu piel. La misma distancia de tus ojos a mis ojos, de tu nariz a mi nariz. De tu amor a mi amor. Tu no dices nada subiendo la mirada, y mis manos encuentran tus piernas otra vez. Tu cintura tiene un camino, corrijo, muchos caminos. Mis manos suben queriéndote comer. Encuentro una curva de amor cansado y justo en la cima, tu subes las cejas otra vez.
Tu no dices nada, son tus costillas las que no se callan, hasta que respiras, y con el aire te empiezo a recorrer. Me cuelgo con el pulgar de tu hombro, marcando mis huellas, en la sombra de tus pechos. Mientras huelo tu pelo hasta que respiras, y el aire otra vez.

Los besos me esperan en tu cuello. Tu no subes la mirada, pero arqueas la espalda, mi mano izquierda exploradora toca el principio del ser, se queda atrapada en tus vértebras y cuando se escapa las fronteras de ti no la dejan volver.

Hay un ángulo perfecto justo abajo del ombligo, hace el vértice de quererte, de pensarte, de tenerte.

Mis dedos conocieron tus besos . A la mañana siguiente, todo fue un boceto.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Qué tal dormiste?


Una noche sin dormir, una vida sin nada que hacer. Cus cus que hace que todo se te olvide. Pasas de uva verde que hacen que recuerde que la pecosa te pone de cabeza. Un lugar marroquí. Percimos, uvas y clementinas de postre. una bandeja de plata con agua y hojas de menta.

El pelo mojado por todo Campos Eliseos, engentarte por caminar con miles por la misma banqueta. que de esos miles seas el de las peores ojeras, una noche sin dormir, preguntas tontas en Frances, respuestas necias del Tío Google. Una vida sin nada que hacer.
Una dedicatoria a lápiz, un autógrafo forzado en un restaurante que no se si siga.

Besos del lado izquierdo, que hacen que me recuerdan que la pecosa te tiene de cabeza.
Caminar por la orilla del río a las tres de la mañana buscando una especie de hot dog francesa.
Una vida sin nada que hacer, en la que eres mi única constante.
Un muy mal Frances, una novela a medias. Comer. Comer. Comer. Postear. Postear. Postear. Tu. Tu. Tu.
la bandera enorme del arco del triunfo.
que me haya pasado a varios por el arco del triunfo.
Relojes que no paran ni aunque quiera.
Una noche sin dormir, que piense en ti con todas mis fuerzas.
Una vida sin nada que hacer, sushero, timesherero , blogger. Todo a medias.

Qué tal dormiste ?

martes, 10 de noviembre de 2009

Tarta, guera y pecas.


No me da tanta pinche peca para darte vacaciones. La inglesa tiene una caída de pelo perfecto. Unas pompas lindísimas de cerca y de lejos. Tiene pecas hasta atrás de las orejas que no sirven de mediadoras con tu nombre, al que sigo mentándole la madre.
Entre peca y peca encuentro tu cuerpo. Imagino la sensación de tu mano, del sentido de tus brazos que arriba de los míos no se quejan mientras mis dedos van entrando en tu cintura.

Luego pienso si yo hiciera.
¡Si yo nada! Trato de encontrar el gusto a tanta pinche peca. No pido mucho, aunque mataría por unos besos en la madrugada. Aunque luego vuelvo a pensar y cuando estoy pensando en pedir un poco más, un acento británico, pregunta: what do you mean with...? yo regreso la mirada a la tarta de chocolate blanco con frambuesas.

Todo en exceso es malo, hasta tanta peca en las que te reflejas.

lunes, 9 de noviembre de 2009

Un cuento sin huesos


Algo me quedó claro, dos mil veces para pensarte son muchas. Tantas que recordé chicles rojos, Bubli Bubli, para pagar en Starbucks, que Mónica Naranjo escribió Mal Herido, de Magneto.
Que tu nombre no es un accidente.
No es externo a nada. Quiero escribir de la sopa de coco con langostinos del domingo. Del pinche frío parisino, pero tu nombre no es un accidente, ni tus ojos, ni el sonido de todas tus sonrisas.

Quiero escribir de lo mal que me siento, de que a mi edad he tenido dudas, preguntas, todo tipo de resbalones. Pero escribo tu nombre, que no es un accidente. En medio del día o en medio de la noche. Después de las dos mil veces que te pienso, que ya quedamos son muchas, escribo tu nombre. Me desespero porque quiero que me lea un público que no tengo. Yo no dejo de typear y borro y mezclo tu nombre con el esqueleto de un cuento que no tiene huesos.

Otra. Otra. Otra. Otra. Otra y otra vez: tu nombre, ya sin mayúsculas, sin ganas de decirlo, me peleo con las letras de tu nombre, que con tu voz, se burla mientras yo le mento la madre.

Tu nombre que es real y grosero.
Tu nombre que no es un accidente.
Tu nombre. Una línea negra en medio de un cuento sin huesos.

sábado, 7 de noviembre de 2009

Dos mil veces, mas o menos.



Puedo pensar en ti dos mil veces al día, y dos mil veces me daría cuenta que no estas aquí, pero de eso vivo: de imaginar. De pensar y repensar. Hoy me dolió la cabeza y casi siempre esas dos mil veces están mientras espero. Mi mama decía que a los niños no les puede doler nada y que los grandes nunca se aburren.

Me estas convirtiendo en un adulto.

Que cuando se calla te piensa hasta dos mil veces. Las primeras son memorias inventadas de cuando pides que me quede.
Las que siguen, son de tu boca, a la que ya le puse color y peso. Luego pienso en lo que todos pensamos y prefiero aburrirme que pensarlo. Te pienso en los balcones, en las paradas de la línea verde del metro.
Al final te pienso en el sexo y cuando se me olvida o me pongo colorado. Así, sin más ni más, te pienso dos mil veces. A veces mas. A veces menos.

Quiero que el mundo se entere. Pienso que te pienso, y ahí mi dolor de cabeza toma fuerza, escala entre tus labios y tu lengua, y entre tantas ideas que se convirtieron en escalones para unas punzadas que llevan ritmo de una música que conozco y me aburre, es un dolor sin chiste, predecible como las dos mil veces que tanto te pienso.
Te pienso dos mil veces, más o menos, es lo mismo.

Pienso en ti con todas mis fuerzas.
Te pienso. Te re pienso. Te vivo. Te revivo.

jueves, 5 de noviembre de 2009

Una minuscula parte del blog.

Tus labios
son lineas artificiales de luz
donde no brilla nada.
Donde no encuentro mi nombre
y ninguna de mis palabras.

Tus labios son el espacio,
entre espacio y espacio.
Tus labios, portada de libro.
indice de besos marcados.


Son el color de tu todo.
Tus labios,
color bronce tallado.
Tu eres toda tus labios.

viernes, 30 de octubre de 2009

Recompensa por un Moleskine



Vine a Paris a tomar mojitos con Perrier. A extrañar a una Isla en el Caribe. Vine para aprender a bailar merengue y conocer la diferencia entre batacha salsa y cumbia. Este no es el Paris de Rivas Mercado aquí ya no importan las muertes en las iglesias.
Es un Paris tuyo y mío, que dormimos juntos desde tan lejos. Es un Paris donde ayer comí tacos de papa con chorizo. Una ciudad de escala, llena de cuadros de personas que todavía no entiendo. Tiene un metro lleno de mujeres enamoradas. Es un Paris kazajo desde finales del 91. Es eterno.
Es un Paris londinense, hay niebla hasta en la punta blanca de mis tenis, que como son de tela no calientan un carajo.
No es el Paris de Hemingway porque la gente baila a Willy Colon en el salón donde el boceteaba.
Es un Paris tuyo y mío.
A 17 km del centro tiene más de trescientos espejos uniendo a la paz y a la guerra.
Es una ciudad llena de banderas, de recuerdos de patria. Donde el Moleskine tiene un espacio en blanco para que le pongas precio a su recompensa. Es un Paris que desde Les Invalides está hecho para siempre y desde el Sena el agua del Atlántico me llama.
Es impresionista aunque Proust este muerto. Es de balcones como el de Manet; de calles largas como el de Rilke. Es absurdo con o sin Sartre.
Es una ciudad que se necesita olvidar? No me hagan caso leí la pregunta en una revista.
Hay que traer una bufanda y mas de una sudadera, la mía ya tiene una mancha enorme de vainilla.
Es un Paris tuyo y mío.
Es un Paris que no conozco, ni me conoce. Es un Paris que no me necesita. No es ni cerca la ciudad que Baudelaire escribió, se ha de estar re chamuscando de coraje en uno de los círculos del infierno.
Aquí Nietzsche sigue siendo ídolo literario y un alemán desquiciado.

Es Paris con tu cuerpo completo, con tus besos quejumbrosos.

sábado, 24 de octubre de 2009

Rue Nicolo 2009


El vuelo se hace el doble de largo cuando el Cibernético es tu compañero de asiento, cuando se para cada media hora hacer pipi y tú no puedes hacerle jetas. Quien iba a pensar que el rudo de rudos y madreador de pseuodiputados iba a tener vejiga de quinceañera en plena fiesta. Trae el pelo recogido con una cola de caballo. No trae ni el pupilente mágico, ni sus botas llenas de broches y chingaderas.
Yo pienso en ti con todas mis fuerzas . Mientras que Octavio López Arreola , (leí su nombre en la forma migratoria) le narra con todo y cicatrices sus mas fieras peleas a una de las aerohermosas.
Me duele de los hombros hasta la punta de las uñas que no me he cortado. Eso sin ningún intento de, hurracarrana, candado invertido o quebradora. Llevo mucho tiempo en la misma posición súper incomodo, no me acuerdo de tan mal viaje cuando vine por primera vez a Europa. Pienso en lo mucho que he cambiado, y mi alma, que mas que ser libre es libertina, se me arruga hasta las piernas.
El tiempo en el avión termina y esas diez horas son mucho más largas que todo el tiempo que he pasado contigo. El frio de Paris hace que me entren recuerdos que creí se habían quedados estancados entre el cuello y la cabeza.
Este es otro Paris diferente al de Cortázar, al de Munch, al de Rivas Mercado. No sé si en esos tiempos la gente tampoco sonreía ; pero no había que echarle un euro al carrito del súper ni tampoco había Oranginas .

Este es un Paris tuyo y mío.

viernes, 23 de octubre de 2009

paris paris paris

que pasa con el color de tus ojos.
con tu risa, que ni tu entiendes.
que pasa con el color de tus ojos
y tus uñas y tus besos
que no existen.

jueves, 23 de julio de 2009

Pizza y Playa o Playa y Pizza

Hay algo en ti que se me hace familiar. A lo mejor la fecha de tu cumpleaños o tus ojos, o la mezcla de números y miradas.

Lo único que sé es que no te voy a ver este fin de semana, que nuestros tiempos están cruzados. Que la pizza y el mar es una buena combinación, que tú y yo somos una buena combinación. Que en tu otra vida fuiste helado de pistache, porque el de mango es muy aburrido. Hoy en la mañana me puse adivinar de qué color es tu coche. Yo creo que rojo, pero sólo lo creo.

A veces te imagino caminando por la calle en la que me esperaste. Luego me acuerdo que nuestros tiempos están cruzados y me quedo con la idea de un vestido negro que haga match con tu pulsera.
Me vuelve a la cabeza tu último mensaje. Me vuelve a la cabeza que yo no sé esperar. Después me doy cuenta que no tenemos mucho en común, si a los dos nos gusta el mar, igual que a setecientas cincuenta y tres millones de almas mas. Pero combinamos y eso es lo suficientemente importante para algo.
Lo que sea.
Tú no quieres estar sola, yo no quiero que estés sola. Eso es una coincidencia- Como unas ruedas que prenden y apagan en unos patines, prenden rojo, como el color que imagino tu coche.


Hay algo en ti que se me hace familiar.

domingo, 12 de julio de 2009

Censura

Este es tuyo. De nadie más. No es el del duende que vive en tu jardín, ni de alguien que va por la calle con zapatos rojos. Es tuyo porque te quiero y me quieres. Porque tú lo pediste. Que no es mucho pero es. Es tuyo sin ser secundario, ni primario. Es tuyo porque no está numerado.
Es tuyo por tu sonrisa. Por un derecho de tiempo, Por distancia. Por un grano de café. Por cómo te ríes y cierras los ojos. Por las estrellas que tienes en las manos. Es tuyo porque nuestros hijos van a estar perfectamente bien educados. Es tuyo porque nuestro amor es frotado. Es tuyo porque así, así, nos encontramos.

martes, 7 de julio de 2009

s/t

La vida sabe a ti.
A tus besos a las tres de la mañana.
La vida vuelve a la vida.
Tu boca sabe a mi boca.

martes, 30 de junio de 2009

Karina

Me gustas tanto, no tengo ni idea de por qué. Espero que den de las once para poder irte a buscar como una sorpresa preparada. Llevo horas pensando en que me invites mañana a desayunar hot cakes o chilaquiles con un huevo estrellado.
Le cierro la ventanita del Messenger a Jenny, que una vez dijo que estaba jodido, porque me molesta que me diga que me gustas porque siempre estoy viendo o buscando quien me gusta.

Pero me gustas tanto. Nunca he escrito dos veces el mismo día en el blog. Que sea una excepción, que se lea que si me gustas. Que encontrarte ayer en Playa no fue por culpa de los mojitos al dos por uno. Ni de las gomas que es una medicina con ron y miel caliente para una tos nieta no reconocida de la tuberculosis.

Me encanta verte. Te lo dije ayer por mensajitos.

La descostumbre

Hasta el final no pasa nada hay que desacostumbrarse, como el cepillo de dientes con vibraciones extraorbitantes al que se le acabo la pila y me desacostumbre a las ondas antes de comprarle una nueva batería.
A todo se acostumbra uno, hasta a no comer; pero puede ser que tu me cuestes un poquito, no mucho, sólo un poco mas de trabajo. Ayudas al desacostumbre. No pasas seguido por la casa, y cuando te busco por teléfono casi nunca tomas la llamada.

Pero ayer estuve en Playa y me estuve acuerde y acuerde de tu voz aguardentosa de hace una semana. Entre mojito y mojito, y una tos que es nieta no reconocida de la tuberculosis me estuve acuerde y acuerde de tus besos y de mis manos en tu cuerpo.

No quiero acostumbrarme a recuerdos, tampoco a Karina que se va en diez días. No se si uno escoge a que acostumbrarse, antes escribía todos los viernes de cubas, noches y pastillas. Me acostumbre a escribir mucho menos y largos periodos de tiempo. A ser irónico y a llorar dos semanas antes de mi cumpleaños. A comer de una y media a dos. A dejar de escribir poesía, a valorar a mis amigos.
Es tiempo de nuevas costumbres, de volver a hablar con mi papa una vez por semana. Acostumbrar a la cabeza a no auto sabotearme, a decir por favor, gracias y sonreír seguido.
La costumbre tiene un lapso de cuarenta días, a ese tiempo ella ya esta acostumbrada

viernes, 29 de mayo de 2009

Too young. To Beautifull.

Falta súper poco para tu cumpleaños, en el último te regalé un anillo de diamantes que nunca recogiste. Nunca te volví a ver. Hay que pararle. Vivir frente a la laguna es impresionante. Marisol es impresionante, tiene un collar que dice amor en maya. Tiene una sonrisa que te mueres, aunque es tan diferente. No se si el dolor se tiene que explicar, si, si no tengo palabras. Solo puedo decir a la una de la mañana, tus dos únicos problemas son, too young too beautifull. Los míos para que te cuento.

lunes, 4 de mayo de 2009

Respuesta Publica a tu Mensaje de Facebbok

No quiero que te conviertas en una memoria amarga. Tampoco quiero que la gente siga pensando que estoy confundido. Hoy estoy seguro de algo:

quiero escribir de ti.

Que nada cambie, porque no estas tu para que nada cambie.
Por qué no hay prisa de esperarte?
Hoy muchos nombres después te sigo viendo en cada cuadro de Modigliani, en cada rincón del Soumaya que juntos, sólo caminamos una vez.

Pero desde el sábado te estuve invocando, hablando del amor y como el cuervo de Allan Poe repetí cien veces tu nombre, para el domingo ya te estaba soñando. (no es la primera vez, ni la ultima, pero si la mas reciente) ¡Oh sorpresa! (es un total sarcasmo) reacción en cadena el lunes en la tarde ya estaba leyendo tu mensajito en el facebook.

Hay que matar al mounstro chiquito, tu no eres mounstro ni estas chiquita, así que no puedo.

Qué viene después? Esa es la pregunta del millón, Cuándo es después? Esa no es mas fácil, aunque ya llevo casi un año aplazándolo.

De muchas maneras me funcionas aunque todo tiene pros y contras:
Me quitas el insomnio. Me das dolor de panza.
Me encanta contar historias de amor. Nuestra historia de amor. Me encanta platicarla tomando cubas. Me das dolor de panza.


Jennifer cree que estoy jodido, yo creo que sigo enamorado.

lunes, 20 de abril de 2009

Sobre el arte de no llorar.

No quiero escribir mil veces las mismas cosas, ni que todas las palabras empiecen con la misma la letra de siempre, o bueno de los últimos meses. Por eso mas de un mes sin escribir.

Aprendí a no llorar el día que di por muerta a mi madre, no es que sea algo que se tenga que saber, ni si quiera es algo bueno, pero como el borracho comenzó a tomar, o el perro mea y mea en el único espacio que no esta tapizado de periódico en el piso, yo aprendí a no llorar.

En cambio me semi- enamoro, de mujeres que no conozco, con las que comparto un asiento en el bus. Mujeres que están sentadas en la mesa de a lado del restaurante comiendo el mismo plato de fruta que yo. Nunca les hablo. Les veo desde el color de las uñas de los pies, hasta la sombra de los párpados.
Hasta que llega la hora de comer o de sentarme junto a una desconocida en el cine a la que le pongo mas atención que a la película.

Mis relaciones son unilaterales, completamente funcionales, matemáticas al mil por ciento. Sin una sola lagrima, pero sin una sola palabra. Ya no dicen nada. Sin conversación alguna como estar cenando con una familia de coreanos que apenas aprendieron español en una península paraguaya y el único ruido esta hecho por Fabiola, la del turno nocturno, antes de las ocho de la mañana que es a la hora que normalmente desayuno.


P,d aprender a no llorar no es para siempre, porque borracho hasta al mejor matemático, se cae en la tabla del uno.

jueves, 5 de marzo de 2009

Olvidarte, o No Olvidarte that's the question.

No olvidarte es desidia, es acordarme de volados que ya perdí. Hay que dejar de moverle: relación, nosotros y pareja son sólo palabras.
La polo azul de las fotos es una polo igual que la rosa, la amarilla, o la blanca con rayas rojas que tanto me gusta llevar al trabajo.

Pero no olvidarte, también, tiene una cierta gracia hace que me vuelva exigente en las películas, y que me mate de risa que la bolita sea un perro perdido en la película de Garibaldi que tanto pasan en Galavision.
No olvidarte hace que valga la pena una siesta larga, que después de una borrachiza en el Daddy’o, el día siguiente se convierte en una noche de 16 horas, y que en tanto tiempo de sueño, te sueño también mala copa y borracha.

No olvidarte es intimidar con algo. Mi olvido es tan mío.
Con lo que se me pone la piel de gallina y una buena razón para que de repente ponga mala cara y no salir con nadie ni por el pan, ni a la esquina.

No olvidarte es una mala maña que tengo por ser un hombre común y corriente, no olvidarte es acordarme de mis errores de hace seis meses y quejarme y quejarme y quejarme. No olvidarte, me hace acordarme de errores de hace muchos años, como dejar que Andrea terminara conmigo y no tener nada estable con Francesca.

No olvidarte es sentir “ñañaras”, o como se escriba, por tener tu request en el facebook y aceptarte y borrarte prácticamente al mismo tiempo.

No olvidarte puede llegar a ser muy divertido. No olvidarte es imposible( la verdad, ni siquiera hago el intento)

jueves, 26 de febrero de 2009

dos meses

Puede ser que en dos meses no pase mucho, que Tila Tequila se “enamore” de un hombre, después de una mujer, luego de la hermana del hombre y hasta el último del perro de la hermana de la prima de la mujer que eliminó en la primera semana de que su programa salio al aire. Que el perro la deje, y los productores hagan una segunda temporada de un reality que lo único que tiene de amor es el nombre y unas letras enormes en los comerciales. Pero luego el perro va a querer fama y fortuna, entonces en otro canal, puede ser que esta vez sea el Animal Planet y no VH1, el perro tenga la tremenda oportunidad de conocer a veinte de las mascotas mas candentes del momento para poder enamorarse y así tener con quien vivir feliz y enamorado para siempre. Todavía no lo entendemos, aunque sabemos perfecto que la mascota ganadora (una pomerania con creppe, collar rosa, y nombre de dinosaurio gigante japonés) sólo lo hace como trampolín para su decadente carrera artística y en dos meses en los que no pase mucho, nadie se acuerde de la hermana de la prima de la mujer que inicio esta reacción en cadena de estrellas fugaces de la televisión por sky o cable.

Mis dos meses han sido bien diferentes, yo no me muevo en la sociedad de los reality shows y no conozco a nadie que conozca a alguien que haya salido con alguno de los concursantes. Yo no tengo miércoles de nominados ni domingo de expulsión.
Tengo viernes de blog, miércoles de clases y semanas enteras pensando y rogando en un mail de Marion que apenas llego, no se si en lunes o en martes.

Es una prueba no superada, pase lo que pase, como en el Juego de la Oca cuando te tocaba caer en la casilla del peluquero. Todos acaban rapados después de dos preguntas muy fáciles.

Puede ser que en dos meses no pase mucho, que yo me la siga pasando a toda madre en Cancún, que en esas sesenta noches vea varias estrellas de los reality amorosos y que siga pensando en contestar o no contestar tu mail que, si y no, estuve esperando.

jueves, 19 de febrero de 2009

Pendiente amoroso no liberado

Mis historias deberían de ser diferentes, tomar piñas coladas con Shakespeare alrededor de una alberca pensando en el calor que debe de tener William, por el cuello redondo lleno de olanes que le sale por debajo de la camisa. Jugar tenis con Hugo Chávez en una plataforma petrolera, celebrando el cincuenta y dos por ciento de venezolanos, que se supone, si lo quieren. De perdida un video porno con Paris Hilton, o cualquiera de esas, con la piña colada, y la boina roja del ejercito bolivariano, pero mis pendientes amorosos no me dejan.

Son excusas artificiales llevadas al tope por estar cerca de San Valentín, corrijo, son excusas diarias de cualquier momento, de cualquier santo, San Máximo, Santa Águeda no importa el nombre, ni la fecha:

Te EXTRAÑO.

Ha de ser normal mas por la manera que te fuiste, mas porque el vuelo de Air France salió a tiempo, rayando el minutero. Mas porque supe aprovechar ese minutero lleno de vueltas contigo, haciendo de tu vida y la mía, nuestro tiempo.

Me tienes con pendiente y no sé tocar el violín o el chelo. No tengo un pálido busto de Palas, ni un picaporte para que un cuervo del demonio entre en las noches a una biblioteca que tampoco tengo.

Empiezo a escribir una alberca en forma de circulo con mosaicos de colores, en la parte del chapoteadero, esta Shakespeare con un traje de baño rojo con palmeras blancas que le combinan con el cuello de olanes que no se quita para nada. Con una mano detiene el vaso de unicel donde el pool bar man le sirvió la piña colada con todo y cereza empalillada. Con la otra se juega el chino que le queda justo atrás de la oreja, se esta quedando calvo pero el poco pelo que le queda no se le ha cortado en años. Afuera en donde están los camastros, las toallas blancas con rayas azules y los niños con pistolas de agua mojando a todos los que se están asoleando estas tú, con un bikini también rojo y tengo que borrar todo y escribir:

Te EXTRAÑO.

Empiezo de nuevo la hoja en blanco, Kim Kardashian trae la boina bolivariana puesta, todo es un sex tape, todo tiembla como salido del lente de una handycam. Sólo le veo la cara pero la vista va bajando empiezo por los ojos, y subo un milímetro para ver las pestañas, paso por la boca, y cuando llego al cuello, a ese hoyito antes del pecho te apareces como llega la cuenta del teléfono y todo de nuevo se acaba.

viernes, 13 de febrero de 2009

Prime Time

El rebote del Sol en el mar se ve plateado, las olas se mueven en líneas para los lados, una y una, todas para la derecha. Todas para la izquierda, parejas una delante de otra, hasta que rompen en la orilla y revuelven la arena.

El buque de guerra que se ve al fondo, ya lleva una semana, desde que me regresó a la boca el sabor a banqueta. Las más de cuatro mil canciones del i-pod rompen el ritmo del agua, las más de cuatro mil canciones suenan a tu nombre. Que tino, que todas se parezcan, pero no es eso. Me programé la cabeza con tu idea, con lo perfecto de tu cuerpo, con lo imperfecto de tu cuerpo, como NatGeo y su semana del tiburón sin comerciales, toda una semana. Aquí es una permanencia involuntaria, es meterte a huevo el dedo en la yaga.

A veces te cambio de canal y me enojo por la expulsión de Márquez, y el extraño que le hizo el balón a Osvaldo Sánchez. Pero sólo a veces, a media semana y en eliminatorias mundialistas.

A veces me apago la tele, con la onceava cuba, con los pezones azules de la cuarentona del gimnasio, que mientras esta en la caminadora de lado, lee libros de autoayuda.

Tú te sigues repitiendo, como la semana del tiburón, un programa de Friends, en donde Joey todavía no es famoso, o un capitulo viejo en Tv Azteca de los Simpsons, pero en horarios variados y canales distintos.

viernes, 6 de febrero de 2009

Viernes en la tarde.

Hoy solo tengo ganas de repetir y repetir y repetir, tu ida al aeropuerto, de quejarme como un espectador y no de darme topes como pendejo cada que despierto.

Hoy tengo ganas de escribir doce mil veces tu nombre, de hablar mil vidas sin dejar de vernos, y extrañarte desde el principio. Hoy no quiero cubas, ni siquiera de ron Mulata. Hoy eres tú lo único que seguro no tengo.
Quiero regresarme en el metro como esa tarde, quiero que la boca me sepa a banqueta por guardarme “el porfavor no te vayas.”
Quiero no saber donde poner las manos y verlas sin cerrar los ojos hasta que las lagrimas se sequen.
Hoy no quiero nada, y estoy muerto de sueño. No el que te da por cansancio, el que te da de angustia, del que hace mucho tiempo no me daba. Hoy tengo de tu sueño.

No quiero bocetearte, quiero sólo escribir doce mil veces tu nombre y después mentarle la madre al Diablo.
Hoy quiero como quieras. Mejor si quiero las cubas de ron Mulata, que a diferencia tuya, en la alacena me están esperando.

jueves, 29 de enero de 2009

O quizas simplemente te escriba en el blog.

“Tan amigos como siempre” y “tanta diversión es pura mentira”; son frases de mi abuela. De las dos me acordé el domingo, la segunda viendo a Pinocho y a Lampwick, el pelirrojo mal vibroso, convertirse en burros por fumar puros y comer paletas.
La primera, justo cuando a Geppetto se lo traga la ballena, con un desbloqueo de la borrachiza del sábado, de los que llegan sin avisar y mientras te estas acordando mueves para bajo la boca moviendo las venas del cuello: Billy, que es fresa por nacimiento pero bohemio de corazón, cantando con una botella de Pacharan en la mano “o quizás simplemente” de Leonardo Fabio. Él repetía la parte de “y llovía y llovía” yo pensaba, con la sabiduría de la onceava cuba, en la suerte de tu mirada y la mía. En como nos buscamos de reojo, en como, creo, que me buscabas de reojo. En mis planes de volverte a ver con tus pantalones azules. En mis planes de quitarte los pantalones azules, que me hacen estar en todas partes menos en misa. No estoy seguro de tus ojos, ni de tu boca con o sin labios, ni de cómo empiezan o terminan tus manos, pero de esos pantalones no tengo duda.

Pero qué cabe hacer?
Ver el mar, desde la oficina de ventas donde tengo una silla, sin pensar en nada? Pasarle lista a mis demonios y traumas? Prefiero inventarte unos ojos, una boca con o sin labios, un principio con final a tus manos. Todo se queda en pensar, en un mundo con puentes de pantalones azules. Prefiero el plan hipotético del helado en Santa Clara (que pocos conocemos).
Prefiero un juego de tenis, un partido de fútbol siete, en las canchas de Wal-Mart, y dos horas en el gimnasio, lugares donde el tono de tus pantalones azules no se aparece.
Para hasta el último poder decir, “Tan amigos como siempre o como desde hace quince años ”
Que ahora es una frase que me hace combinar lo que digo con lo que hago. Son palabras que me hacen pensar en Gabo, en el Pacharan y en el amigo, pelirrojo mal vibroso, de Pinocho.

viernes, 23 de enero de 2009

El punto repetitivo.

El punto es sencillo tanto que si fuera llave de lucha libre, no llegaría ser el candado invertido.
El punto esta lleno de algo que parece nada. El punto es una palabra.
Es una estupidez desde el principio, pero también desde el principio fue valido.
El punto es hablar de camisetas azules en un cajón, el punto es pensar en relaciones de quinceañeros.
El punto es mi papa hace años con una lancha a control remoto en un parque de Polanco.
El punto esta en sacarse a alguien porque entra y se va desdoblando.
El punto es la caminadora descompuesta, a la que le suena y le rebota la banda.
El punto es un bloqueo mental, una enfermedad de viejos.
El punto esta en las manos.
El punto tiene siempre nombre de mujer.
El punto esta en volver a vernos.
El punto esta en escoger lo que vas a extrañar, el punto es una suma de olvidos.
El punto es que a mis recuerdos también les suena y les rebota la banda.
El punto esta los sábados en la noche que se convierten en domingos en la madrugada con Naomi, cubas y líneas de coca.
El punto es el mar, en las mañanas en el gimnasio, los pezones vestidos de azul de la cuarentona en el AB aductor.
El punto es un viernes de blog.
El punto esta en despertar contigo, en desayunar contigo, en comer contigo, en cenar contigo y dormir contigo.
Tu punto medio entre la nariz y las cejas, donde no te olvido.
El punto esta en los hielos derretidos de una cuba. En las primeras en las que raspan.
El punto es saber por que quitaron a Pepillo de Galavisión
El punto es no salirte de lo básico. El punto, también, es un signo ortográfico.
El punto es un drama.
El punto es dejar de buscar y tratar de dormir un poco más. El punto era rasurarme y ponerme un par de zapatos.
El punto sin la “n” es un muerde almohadas, un pincha sapos.

jueves, 15 de enero de 2009

El Cuenta Vidas

El cuenta vidas.

Conocí al Cuenta Vidas saliendo de la Providencia, una cantina cerca de las bodegas donde Alicia y yo nos juntábamos a leer poesía. Cuando ella tenía que regresar a etiquetar camisetas blancas unitalla, yo entraba al bar a tomar cubas y ver ESPN o Friends si la encargada del lugar estaba en la caja.
Las primeras cubas son las mejores, las que raspan. A las que le das unos tragotes porque te enchilaste con un plato de habas que después nunca te vuelven a rellenar.

Las que siguen son un protocolo diplomático, son la razón de las primeras, nadie toma por su sabor, y tomarte una es mandar a la madre tu relación con la caminadora del gimnasio por nada. Después llegas a tu cometido y ya borracho me da por salirme de la Providencia a ver la luz de las puertas donde Alicia etiqueta sus camisetas blancas unitalla.

De regreso a la cantina choqué con el Cuenta vidas. Después de disculparme y darme cuenta que utilizaba un traje azul sin calcetines, de las uñas de los meñiques largas y verdes le invite una comida.

Sus ojos se movían por todas partes, como si no conociera el lugar, como si fuera Funes el Memorioso de Borges y el, como Alicia, etiquetara todo. . Nos sentamos, subí de la silla a la mesa unos libros de Juan de Dios Pesa y habló el Cuenta Vidas:

-Yo iba en camino a ser un buen escritor, mejor me hice cuenta vidas.
La vida es más fácil y no te absorben las palabras. Los predicados se vuelven apellidos, y las metáforas apodos. No necesitas papel ni pluma, ser cuenta vidas es mas barato.-

Para mi ese era un trabajo extinto como las zurcidoras de medias, los faroleros con las once y todo sereno, o los verdugos panzones con botines puntiagudos, mallas y mascara negra.

Cuando dijo cuenta vidas, me imaginé el aparato negro que utilizan los cadeneros de los antros para contar a los que van entrando, ellos si eran cuenta vidas.

Después de dos osos negros con quina se paró de la mesa, no me contó nada ni media vida, ni un parto, ni una muerte el Cuenta Vidas se había retirado.

jueves, 8 de enero de 2009

XXX

Uno hace al intento, sólo hay una peor lucha que la que no se hace y es conmigo. Llevaba dos semanas de ir al gimnasio, de no comer ni un pedazo de pizza, o de rosca de reyes después de la seis, necesitaba un vicio nuevo y sano. Llevaba dos semanas de ir al gimnasio de vivir en Cancún y de dormirme antes de las diez. En la playa me acordé de mi carácter deje de ser callado y cínico, regresé a ser intenso, a no saber callarme y cínico.

Uno necesita despejarse de la ciudad, de las fiestas, de los fracasos. El gimnasio es un lugar en el universo que nunca había pisado, tengo que acostumbrarme, como lo hice con los tugurios y los after hours.

En la primera caminadora junto a las ventanas, puedes ver y oír todo, las paredes grises como escuelas de primaria, los focos blancos, la música a todo volumen con canciones dance que llevaba años de no escuchar. Scatman World y mR. Vain, el sonido de las pesas caer en un piso azul medio acolchonado.

En la primera caminadora junto a las ventanas, yo siempre corro, si esta ocupada me hago wey en el baño, o hago como que mido el peso de las mancuernas.

Como al cuarto kilómetro y las primeras canciones de reggaeton, el AB aductor lo utiliza una cuarentona que siempre lleva los mismos shorts negros y siempre pero siempre se le reflejan los pezones en los espejos de la pared del fondo. Es perfecto para un set pornográfico, No se que sea, si la velocidad de la banda de hule, las calorías que se van quemando o los klaxons a todo volumen en el i-pod, me hacen pensar cosas que ni en el más fuerte de todos mis viajes, ni con las putas más caras me he imaginado.

Uno hace el intento pero a las seis de la madrugada, después de una noche de poker donde es peor ganar cincuenta pesos que perderlos, recién despertado con peinado de pintor fracasado y ojeras de perro que esta apunto de ser taco al pastor; es mejor subirle la velocidad a la caminadora que esta junto a las ventanas desde ahí puedes ver y oír todo, hasta el principio de una peli porno.

viernes, 2 de enero de 2009

Aguilas o Soles

Entre un vestido morado y zapatos plateados de tacón me di cuenta que estaba solo. Entre un brassier negro y rimel en mi camisa, enero me gusto pa’ que te quedaras.
Aunque esto no es de gustos, ni de propósitos, ni de meses, ni doce uvas.

El Chicle Bomba sigue estando en la calle de Filomeno Mata, pero las cajas de cervezas ya no están apiladas en los muros, las tuberías del baño funcionan perfectas, y los “Cual Crisis” ya no estrenan ahí sus vídeos. Ahora tienen un menú lleno de hamburguesas, vasos de vidrio que acomodan en una barra de acero, y unas ventanas que miden el triple que lo que algún día midió la puerta para entrar.

El Chicle Bomba evolucionó.
Ahora el chiste es tomar cubas en los vasos de vidrio que acomodan en una barra de acero, en lugar de chelas en vasos pequeños de plástico; mientras escuchas a grupos indie que están en los primeros lugares de las estaciones de radio pop.

La fiesta de año nuevo en casa de mi tía Fernanda había terminado después de la una. No éramos muchos y la mayoría eran amigas viudas, o en el proceso, de la hermana mas grande de mi abuelo Juan.
La tía Lunetas, que sólo come m&m’s rojas vive en Marconi, y después del noveno plato de puré de camote, me estaban cateando en la entrada del Chicle.

Ahora el chiste es tomar cubas en los vasos de vidrio que acomodan en una barra de acero, y pagar un cover de año nuevo. Todos los meseros son nuevos, y las chicas del bar respondieron al anuncio en el que el periódico solicitaba cantineras de amplio criterio.

Me senté en una mesa, pegada a las ventanas para poder jugar volados con los vagabundos de Filomeno Mata. Arriba de cada una de las bocinas un letrero recordando que cualquier persona que consuma o venda cualquier tipo de droga seria consignada a las autoridades.
Sobre advertencia no hay engaño, y con tantas advertencias y la cantidad impresionante de guaruras que estaban afuera preferí seguir perdiendo cubas en los volados.

“Empezar el año midiendo tu suerte con águilas y soles, es peor que hacerle caso al horóscopo diario de Amira” dijiste con el vestido morado y los zapatos plateados de tacón, cerrando la ventana mientras el vagabundo Celso te pintaba un dedo.

“Tengo un frió tremendo y tu estas pidiendo cubas a lo pendejo” Me regañaste subiéndote la tira del brasier negro y quitándome la mancha de rimel que la tía Lunetas dejó en mi camisa por tantos abrazos en las campanadas.

Enero me gusto pa’ que te quedaras, pero como esto no es de gustos, ni de propósitos, ni de meses, ni doce uvas. Tu dijiste Feliz año nuevo, y regresaste a la pista del Chicle Bomba a bailar canciones indie que están en los primeros lugares de las estaciones de radio pop.