lunes, 16 de noviembre de 2009

Carta.


Hoy París puede esperar. Las 2332 visitas están pausadas.

La mano me pesa nada mas de pensarte. De no ser lo que has querido. Ya no son los puentes, ni los chicles Bubli Bubli, ni los hip hoperos bajitos, Hoy no es la pecosa, ni la que quiere hacer un club en su contra.
La mano me pesa por tus siete veces siete. Por el tiempo que llevamos sin vernos; que hace que se nos olvide lo bueno. La tumba de Napoleón se ve ligera. Creo que la distancia es lo que mas nos conviene, me podría morir mañana, para que volver a la costumbre.
A veces ni siquiera me acuerdo de ti. Como, cuando le va ganando Djokovic a Nadal en la semifinal del sábado, o cuando ceno canelones de trufa y pato. Puede ser que sea el hijo que nunca quisiste, pero tu eres el mejor papá del mundo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

me pusiste la piel chinita... hay cosas con las que uno termina aprendiendo a vivir y otras que simplemente preferimos ignorar aunque no por eso dejen de estar ahi...

te sirve un beso del lado izquierdo? hoy es doble...

Anónimo dijo...

Buena pausa vives en paris?

AC dijo...

wow me dejaste sin palabras luigi