sábado, 24 de octubre de 2009

Rue Nicolo 2009


El vuelo se hace el doble de largo cuando el Cibernético es tu compañero de asiento, cuando se para cada media hora hacer pipi y tú no puedes hacerle jetas. Quien iba a pensar que el rudo de rudos y madreador de pseuodiputados iba a tener vejiga de quinceañera en plena fiesta. Trae el pelo recogido con una cola de caballo. No trae ni el pupilente mágico, ni sus botas llenas de broches y chingaderas.
Yo pienso en ti con todas mis fuerzas . Mientras que Octavio López Arreola , (leí su nombre en la forma migratoria) le narra con todo y cicatrices sus mas fieras peleas a una de las aerohermosas.
Me duele de los hombros hasta la punta de las uñas que no me he cortado. Eso sin ningún intento de, hurracarrana, candado invertido o quebradora. Llevo mucho tiempo en la misma posición súper incomodo, no me acuerdo de tan mal viaje cuando vine por primera vez a Europa. Pienso en lo mucho que he cambiado, y mi alma, que mas que ser libre es libertina, se me arruga hasta las piernas.
El tiempo en el avión termina y esas diez horas son mucho más largas que todo el tiempo que he pasado contigo. El frio de Paris hace que me entren recuerdos que creí se habían quedados estancados entre el cuello y la cabeza.
Este es otro Paris diferente al de Cortázar, al de Munch, al de Rivas Mercado. No sé si en esos tiempos la gente tampoco sonreía ; pero no había que echarle un euro al carrito del súper ni tampoco había Oranginas .

Este es un Paris tuyo y mío.

1 comentario:

Anónimo dijo...

el vuelo suena terrible, menos mal que al llegar te esperaba un frio de esos que saben a gloria... no?... y por lo que se lee, al menos tenias en quien pensar en el camino (la dueña de los ojos, las uñas, y la risa? que pasó con eso a propósito, descubriste el misterio?)... es bueno leerte mi estimadisimo "jumper"...