viernes, 20 de noviembre de 2009

Gelatinas La abejita.


A mi me gusta comerme la gelatina de rompope, en el tupper con una cuchara grande. Si se puede de las grandes, grandes, las que se usan para menearle a la olla de la sopa. Grande para que agarre caldito. Se me antojo desde que se tapo el grifo. Desde la última vez que nos vimos, que no fue hace tanto. A lo mejor exagero.
Desde que dijiste que tu también tenias antojo. No gelatina de rompope, tu antojo es otro. De un café con chocolate blanco. De unos m&m's con cacahuate, de los que vende la maquina despachadora del metro. De unas palomitas con miguelitos, valentina o algo que pique rico.

A mi me gustas tú, y la gelatina de rompope en cuchara grande. Si se puede sin nuez. Sin canela.
Tengo que aprender a extrañar la rutina. te extraño a ti. Desde la mañana. Son varias horas de rutina. Extrañarte no expira.

Tú pero no tú. París pero no París. Ya si voy a jugar con las palabras, mi antojo no es de gelatina de rompope en cuchara grande; o en uno de esos papelitos como de cartón delgadito, con la que te la da elseñor gelatinero de la calle. Es un antojo de ti.
Hagamos de este antojo algo en común. Yo te enseño a comer gelatinas. No importa si es de piñón, de las de verdes, moradas o rojas con las pasas arriba.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

lo dicho, los antojos compartidos siempre son mas ricos...



(yo me quedo con el arroz con leche)


y como todo buen antojo de esos que no puedes parar de comer, leerte sabe cada vez mejor...

besos de los izquierdos!

Anónimo dijo...

te fijas en lo que nadie se fija, le pones atencion a detalles que damos por hechos, haces de los momentos de la espera, algo entretenido.

Anónimo dijo...

Feliz Aniversario!
Te extrano
F.