jueves, 26 de noviembre de 2009

Magia de adeveras



Para la próxima me traigo mis polvos de Juan Conquistador. El del amarre guajiro o ya de perdida el miel de amor. El de tripas del diablo. El de pájaro macua sin nido (NO SE CONFUNDA CON EL PÁJARO MACUA CON NIDO) y el de amarre haitiano no son tanto para viajes largos, ni parisinos. Esos son para la vida playera, porque el Sol es vital en el conjuro.

Aquí un poco de fundanga con raíz de mandrágora podrían ser necesarios para combatir el ojo de buey mezclado con pimienta de Kananga, que te echan los gitanos cuando no les da cambio. Ahora que si el problema no es gitano y es argelino se necesitan plumas de loro rojas amarradas a una vara de sal pa fuera diluida en agua florida Murray.

Eso es lo único que me falta. Volverme Hermelindo Lindo. Echarle la culpa a un chorro de polvos y maldiciones con nombre de juegos en Reino Aventura. Estoy mas confundido que nunca. No es por no haberme dado baños de agua bendita del Padre Chinchachoma. Ni nunca haberme untado el vinagre de las 33 esencias bailándole al hijo de la luna.

La solución no es que me soben con huevos de gallina negra, consagrada por Babaluate, que no vaya a ser la de malas lo pongo en mayúscula.

No creo en la magia, ni en la Santa Muerte, ni en las varas de ocote, en forma de cruz o estrella demoníaca.
El único hechizo que ha funcionado, fue cuando hace muchos años pusiste un grano de café verde en mi mano.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

y bueno, todo un trabalenguas!... si asi anda tu cabecita, mas vale ir tratando de aclarar ideas...

y si, hay hechizos que funcionan y otros que ni que venga la santa muerte a hacertelo en persona jaja...

me mata el final... besos de todos lados!

AC dijo...

este me parecio muy diferente...el final si lo entendi bien me gusto me o esperaba un poco asi